El Real Madrid ha conquistado la ansiada Décima en una final que tuvo de todo, con un Atlético que se empeñó a fondo y que empezó adelantándose con un gol de Godín, pero que cedió a los tantos de Ramos, Bale, Marcelo y Cristiano, estos últimos en la prórroga.
La Décima. Una palabra muy presente en la memoria de aficionados madridistas. Veteranos y noveles, como entona el himno blanco, todos ellos pueden ver en color la volea de Zidane que dio la Novena al Real Madrid. Hoy pueden dar fe de la Décima, de un partido épico que llegó a la prórroga tras ver resurgir a Sergio Ramos. Y tras un encuentro que tenía perdido.
En el partido, Ancelotti optó por dar la titularidad a Khedira, que ya había jugado unas dos horas desde su lesión, y dejó a Illarramendi en el banquillo. Eso fue lo más sorprendente en la alineación del Madrid, que buscaba la Décima con el ‘nuevo’ y exitoso 4-3-3, con el único cambio obligado de Varane por Pepe.
Varane asistió, como sus diez compañeros, a un dominio blanco del balón que careció de peligro o efectividad. El Madrid tocó pero no llegó a encontrar ningún hueco gracias a una imperial estructura rojiblanca orquestada por Simeone para parar a los de Ancelotti.
Así se sucedió la recta final del partido, con un Madrid que, sumado a la salida de Morata por un Benzema lastrado por la lesión, asustó al Atlético pero no fue capaz de penetrar la red tejida por el Atlético. Miranda y Godín no hicieron más que engrandecer su figura, hasta que Sergio Ramos puso la misma cabeza que en Múnich, el mismo gesto, la misma sensación: el 1-1 llegó en el 93′ y el Madrid entró en cólera.
Y llegó la prórroga: cansancio y superioridad madridista
Tras salir del coma futbolístico para un Madrid que veía la final perdida, llegó una prórroga que dejó al Atlético como un herido de gravedad. Los dos equipos fueron víctimas del cansancio físico y varios integrantes de los dos conjuntos estiraron gemelos en más de una ocasión sin reproches del rival.
Así, en la prórroga pudo suceder de todo, pero se vio a un Madrid más entero y a un Atlético más castigado. Quizás por ello lo intentó más y, mientras por ejemplo Juanfran no podía ni caminar, Di María se escabulló en una acción individual contra el lateral rojiblanco y se fue lanzado desde la izquierda a por Courtois.
Bale, Marcelo y Cristiano castigan en exceso al Atlético
El belga rechazó el disparo del argentino en esa misma jugada y Bale estaba allí para resarcirse de las ocasiones falladas. Como en la Copa del Rey, dejó su sello en una final y facilitó la Décima al Madrid, con la inestimable ayuda del gol de Marcelo y el de Cristiano, de penalti quizás demasiado excesivo, al borde del final.
Es la Décima que tanto tiempo llevaban buscando y que ya tienen. Y ante un gran rival que lo dio todo y que encumbró el fútbol español en lo más alto.
Todo ello en una gran final que deja como triunfador al Madrid, pero como más que digno subcampeón a un Atlético histórico. Primero el Bayern y ahora el Madrid, el trofeo tendrá que esperar una vez más. Por ahora se vuelve a las vitrinas del Santiago Bernabéu.
jsuch98 